Ayer fue el esperado primer partido de San José Rugby Club Femenino contra el club de Palmares -Troyanos-.
Fue un partido de 4 tiempos que se suponia que fueran de 10 minutos cada uno. Cosa que no fue así... (Yo sentí cada tiempo como de 20 minutos)
De esos 4 tiempos yo jugué 3. En esos 30 (y pico) minutos entendí lo emocionante que es estar en una cancha dando la cara por la familia. Muchas veces me sentí cansada y cometí muchos errores y me duele un poco por que por culpa de esos errores desaproveché la oportunidad de hacer un try.
Aun así me siento muy satisfecha por haber ido a jugar y por ser parte de este gane histórico del club. No hay mejor sentimiento que el de empezar con el pié derecho y ganar el primer partido.
Hoy hubo entrenamiento. En la mañana no pensé que fuera a entrenar. Me sentía malísimo y todas las articulaciones me dolían. Aparte de esto también tenía sueño por que no logré dormir en la noche y ya en la tarde no aguantaba el cansancio, el mal humor y sobre todo el dolor de cabeza exagerado que tenía.
Aún así, y a pesar de que luego me quedé dormida, llegué a entrenar con mis compañeras.
Para una desertora por afición como yo, es un triunfo que a pesar de tantas excusas validas posibles, fuí a entrenar. Se siente muy bien ver que uno ha avanzado y que de verdad tiene la determinación para no faltar a los entrenamientos.
Me siento agradecida con mis entrenadores y orgullosa de mis compañeras, del club y de mi misma.
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